¿Qué significa que una base se oxide?

¿Te ha pasado que aplicas una base que se ve perfecta en la mañana, pero después de unas horas se ve más oscura o anaranjada? Eso es la oxidación del maquillaje. Ocurre cuando la fórmula de la base reacciona con el oxígeno del ambiente, el pH de tu piel o los aceites naturales de tu rostro.

Este cambio puede alterar por completo tu look, sobre todo si elegiste una base con un subtono específico que ya no se ve igual al oxidarse. Evitar la oxidación no solo mejora la duración del maquillaje, también garantiza que el tono de tu base se mantenga fiel durante todo el día.

Causas comunes de la oxidación

1. El pH de tu piel

La piel tiene un pH ligeramente ácido (alrededor de 5.5). Algunas fórmulas de base reaccionan con este nivel de acidez, especialmente si tu piel está desequilibrada por el uso de productos muy astringentes, exfoliantes fuertes o falta de hidratación. Esto puede intensificar la oxidación.

2. Exceso de sebo

Las pieles grasas o mixtas tienden a producir más sebo durante el día. Este aceite puede interactuar con la base y acelerar su cambio de color. Incluso una piel bien hidratada pero mal preparada puede desencadenar este efecto.

3. Productos incompatibles en tu rutina

Combinar productos con diferentes bases químicas (por ejemplo, una crema con base oleosa + una base con base acuosa o siliconada) puede afectar la forma en que se fija el maquillaje. Esto no solo reduce su duración, también puede alterar el tono al oxidarse.

4. Alta exposición al calor y la humedad

El clima también influye. Temperaturas altas, humedad y sudor provocan que la base se mezcle más con los aceites naturales y se oxide con mayor facilidad.

Cómo evitar que se oxide la base

1. Prepara bien tu piel

La preparación es clave. Lava tu rostro con un limpiador suave, aplica un tónico equilibrante y una hidratante ligera (que no deje residuo graso). Una piel equilibrada ayuda a mantener el pH estable y reduce la posibilidad de oxidación.

2. Usa un primer adecuado

El primer crea una barrera entre la piel y el maquillaje. Si tienes piel grasa, opta por uno matificante. Si tienes piel seca, busca uno que hidrate pero no sea demasiado cremoso. Algunos primers también están diseñados para regular el pH o controlar la oxidación.

3. Aplica la base en capas ligeras

Evita aplicar demasiada base. Una capa gruesa es más propensa a cambiar de color. Usa una brocha o esponja para distribuir uniformemente y construir cobertura solo donde lo necesites.

4. Sella con polvos

Los polvos traslúcidos ayudan a fijar la base, controlar el brillo y minimizar la oxidación. Prefiere fórmulas finas que no alteren el color de la base. Aplica especialmente en la zona T si tiendes a generar más sebo.

5. Prueba antes de comprar

Siempre prueba la base en el rostro (no en la mano) y observa cómo cambia a lo largo del día. Espera al menos 20–30 minutos antes de decidir el tono ideal. Incluso algunas marcas recomiendan usar un tono ligeramente más claro si la fórmula tiende a oxidarse.

Mejores bases que no se oxidan fácilmente

Estas bases son recomendadas por su estabilidad, duración y fidelidad al tono original:

• Estée Lauder Double Wear Stay-in-Place: Cobertura media-alta, larga duración y resistente al sudor. Ideal para piel mixta a grasa. Puedes comprarlo aquí
• Fenty Beauty Pro Filt’r Soft Matte: Control de aceite, acabado natural mate y gran variedad de tonos. Ver producto
• L’Oréal Infallible 32H Fresh Wear: Ligera pero duradera, no se oxida fácilmente y es resistente a la humedad. ¡Compralo ya!
• Maybelline Fit Me Matte + Poreless: Accesible, confiable y formulada para piel grasa. Si esta es tu elección, aquí lo tienes
• Make Up For Ever HD Skin: Fórmula moderna, sin oxidación notable y con excelente tecnología de pigmentos. La opción más premium que te recomendamos